viernes, 5 de noviembre de 2010

Night.

Esperé a que el sueño cayera sobre mis pestañas, aplastara mis párpados y me obligase a permanecer dormida. Al final lo logré, y el reproductor siguió sonando toda la noche, susurrándome la partita nº2, o 1812. Me desperté soñando que había permanecido dormida durante años, y que sólo escuchaba esas dos obras. Creo que debería soñar menos.

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