¡Buenos días princesa!
He soñado toda la noche contigo, íbamos al cine y tú llevabas aquel vestido rosa que me gusta tanto.
Sólo pienso en tí princesa, pienso siempre en tí, y ahora..
Muchas gracias por llamarme princesa.
y es que daba los besos más largos,
y por eso le duraban más los sabores.
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