El niño de mis ojos.

Sé que puede sonar ridículo, porque quizás hoy era más indicado hablar de crecer, de libertad, de hacerse mayor.. y de todas esas cosas que la gente considera un regalo cuando cumples los 18 años.

Pero el destino me ha quitado uno de los regalos que me dio un día, y sé que te mereces una despedida en condiciones.

Quién iba a decirme a mí hace unos días, cuando me observabas estudiar, que a día de hoy iba a tener que dormir sin tí ronroneando cerca, paseando tu enorme barriga por mi habitación hasta que encontraras un sitio donde acurrucarte (y, entonces, del peso, se hundiera mi cama)

Hoy me he dado cuenta de que no vas a volver. Me llamarán loca, pero voy a echarte muchísimo de menos.

dan las tres de la mañana..