Hoy el cielo se ha quedado a oscuras, como todos estos días desde no me acuerdo cuándo. Y a veces bien, vuelo por encima de tu cuerpo, y a veces mal, vuelas hacia otro lugar, tan cerca de aquí y tan lejos de mí.
No puedo dejar de pensar en el Sol que calentaba nuestras caras hace un año, ni en cómo he dejado de compartir todas esas cosas cuya felicidad se ha podrido en forma de amargura.
Hoy el cielo se ha quedado a oscuras y no me deja ver, dice que si estoy ciega es mi culpa. Me recuerda, con sorna, que nunca estaré de nuevo en aquel sitio ideal, donde yo dormía abrazada a toda mi vida mientras el mar nos susurraba para que soñáramos el uno con el otro. Se ríe de mi, me insulta. No necesita desarmarme, no hay pistolas ni cuchillos que borren quién fuiste. Quién creí que eras.
Hoy el cielo se ha quedado a oscuras, por mi bien. Para no recordarme que tú has vuelto a ver el Sol.